Mi abuela, Elena, había heredado la pasión por la repostería de su propia abuela, quien había sido una reconocida pastelera en su pueblo natal. Desde pequeña, Elena había ayudado a su abuela en la cocina, aprendiendo los secretos de la repostería y desarrollando una Cuando Elena se casó y tuvo hijos, siguió perfeccionando su arte en la cocina de su hogar. Sus pasteles y dulces se convirtieron en la sensación del barrio, y pronto la gente comenzó a pedirle que les hiciera pasteles para sus cumpleaños y celebraciones. Un día, Elena decidió abrir su propia tienda de pasteles, "Dulces Recuerdos". Fue un éxito instantáneo. La gente venía de todas partes para probar sus deliciosos pasteles y sentir el amor y la dedicación que Elena ponía en cada uno de ellos. La pastelería "Dulces Recuerdos" había sido el sueño de mi abuela, Elena, desde que era una niña. Después de años de trabajar en pequeñas panaderías y aprender secretos de repostería de su propia abuela, finalmente logró abrir su propia tienda. Con el tiempo, la pastelería se convirtió en un lugar emblemático en el barrio, famoso por sus deliciosos dulces y el amor que mi abuela ponía en cada creación. Cuando ella falleció, me dejó la pastelería como herencia, junto con su recetario secreto y la responsabilidad de mantener viva su memoria.

Mi nombre es Sofía, y siempre había ayudado a mi abuela en la pastelería durante mis vacaciones escolares. Ahora, a los 25 años, me encontraba al frente del negocio, decidida a honrar su legado. La pastelería estaba llena de recuerdos de mi abuela: las mismas mesas y sillas de madera, el mismo aroma a azúcar y canela, y las mismas recetas que habían conquistado el corazón de la comunidad. Mi primer día como dueña de la pastelería fue emocionante. Me levanté temprano, como siempre lo hacía mi abuela, y comencé a preparar los dulces del día. Los clientes empezaron a llegar, y me sorprendió ver cómo muchos de ellos compartían historias y recuerdos de mi abuela. La pastelería "Dulces Recuerdos" no solo era un lugar para satisfacer el paladar, sino también un espacio para recordar y celebrar la vida. Y yo estaba decidida a mantener ese espíritu vivo. todo empezo Si bien es cierto que algunas veces las recetas no salían tal como se esperaba,Conservamos parte de la libreta con las recetas de mi abuela, esas recetas Ahora estas delicias llegan a vuestros hogares, si queréis degustarlas y disfrutarlas. Adaptamos algunos de los ingredientes y os los ofrecemos también sin azúcar, y con las opciones veganas,productos hechos con amor y cariño al alcance de todo el mundo.